lunes, 25 de mayo de 2009

La mayor pandemia de la historia: La peste Negra

La peste negra fue una devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV y que, se estima, causó la muerte de cerca de un tercio de la población del continente europeo. La mayor parte de los científicos cree que la peste negra fue un brote de peste bubónica, una terrible enfermedad que se ha extendido en forma de epidemia varias veces a lo largo de la historia. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (Rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo.
La mayor pandemia del siglo XIV comenzó quizá en algún lugar del norte de la India, probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste fue traída a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (actual Teodosia) fue asediada por los mongoles. La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad (si bien la enfermedad no se contrae por contacto con los muertos).
Los refugiados de Kaffa llevaron después la peste a Messina, Génova y Venecia, alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaban las costas. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia alrededor de 1351.


La peste a lo largo de la historia se ha erigido como una enfermedad paradigmática en cuanto a su capacidad de diseminación en una determinada población. Aunque, como parece lógico, es difícil de constatar, se estima que a lo largo de la historia han muerto de peste más de 200 millones de personas, convirtiéndose así en la enfermedad infecciosa más letal de todas las conocidas hasta la fecha.

La mayoría de los contagios se producen por la picadura de pulgas procedentes de roedores (peste zoótica). Sólo en raras ocasiones otras especies de pulgas pueden transmitir la infección. El contagio entre personas por pulgas es muy infrecuente (se han descrito casos en países sudamericanos en velatorios de personas apestadas).
Otro tipo de contagios se pueden producir a partir de la mordedura o arañazos de gatos y otros carnívoros, por ingestión de animales muertos, por la manipulación de cadáveres de animales afectados por la enfermedad, o por inhalación de bacterias a partir de la forma neumónica humana (peste dímica).

En esta imagen podemos apreciar un médico alemán con vestimenta para prevenir el contagio de la peste (siglo XVII). El pico es una máscara de gas primitiva, rellena con sustancias que se pensaba alejaban la peste.

lunes, 11 de mayo de 2009

Las Enfermedades del Hígado, la Bilis y el Páncreas: Inhibidas por el alcohol.


La Enfermedad del Hígado Inducida por el Alcohol
¿Qué es la enfermedad del hígado inducida por el alcohol?
Como su nombre lo indica, la causa de la enfermedad del hígado inducida por el alcohol es el consumo masivo de alcohol y, aunque puede prevenirse, es una enfermedad muy común.
Existen tres tipos principales de enfermedades del hígado inducidas por el alcohol:

· Hígado graso: El hígado graso es la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado.El hígado graso es el más común de los trastornos del hígado inducidos por el alcohol. El hígado se agranda y provoca molestias del abdomen superior, en el lado derecho.

· Hepatitis alcohólica: La hepatitis alcohólica es una inflamación aguda del hígado, que viene acompañada de destrucción de las células del hígado y cicatrización. Entre los síntomas podemos mencionar fiebre, ictericia, un recuento elevado de glóbulos blancos, un hígado agrandado que duele al presionar y vasos sanguíneos en forma de araña en la piel.

· Cirrosis alcohólica: La cirrosis alcohólica es la destrucción del tejido normal del hígado que deja tejido cicatrizante inerte. Entre los síntomas se incluyen los mencionados para la hepatitis alcohólica además de hipertensión portal, bazo agrandado, ascitis, insuficiencia renal, confusión o cáncer de hígado.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del hígado inducida por el alcohol?

Los síntomas dependen de cuánto y por cuánto tiempo la persona ha estado bebiendo alcohol. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la enfermedad del hígado inducida por el alcohol. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

· Aumento de tamaño del hígado.
· Fiebre.
· Ictericia: color amarillo de la piel y de los ojos.
· Recuento elevado de glóbulos blancos.
· Venas en forma de araña en la piel.
· Hipertensión portal.
· Bazo agrandado.
· Ascitis: acumulación de fluido en la cavidad abdominal.
· Insuficiencia renal.
· Confusión.

Los síntomas de la enfermedad del hígado inducida por el alcohol pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad del hígado inducida por el alcohol?
Además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar la enfermedad del hígado inducida por el alcohol pueden incluir los siguientes:

· Exámenes de laboratorio.
· Exámenes de la función hepática - serie de exámenes de sangre especiales que pueden determinar si el hígado funciona correctamente.

· Biopsia del hígado - procedimiento en el que se toman muestras de tejido del hígado (con aguja o durante una operación) para examinarlas con un microscopio.

Tratamiento para la enfermedad del hígado inducida por el alcohol

El tratamiento específico de la enfermedad del hígado inducida por el alcohol será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

· Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
· Qué tan avanzada está la enfermedad.
· Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
· Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.


Su opinión o preferencia. El objetivo del tratamiento es restablecer algunas o todas las funciones normales del hígado. Por lo general, el tratamiento comienza con una abstinencia completa de alcohol. El hígado tiene grandes propiedades de autorregeneración y a menudo puede reparar parte del daño provocado por el alcohol. En la mayoría de los casos, el único daño que no puede revertir son las cicatrices provocadas por la cirrosis.

lunes, 4 de mayo de 2009

Los 8 virus más peligrosos para el hombre... (y para la mujer)

Estas son las 8 enfermedades que actualmente se consideran más peligrosas para el hombre:


PAPILOMARIVUS

Cada año acaba con 300.000 mujeres
El papilomavirus es responsable del 70 por ciento de los tumores de matriz uterina y del cáncer genital femenino, una enfermedad que mata, sólo en España, a 600 mujeres al año (con una edad media de 63 años), y se diagnostican en el mismo periodo cerca de 2.000 nuevos casos. Este tumor se ha convertido en el segundo más común entre las féminas y acaba con la vida de más de 300.000 de ellas en el mundo cada año. Pero aquí no acaban sus terribles efectos, también provoca el 95 por ciento de los casos de cáncer de vulva y vagina, el 70 por ciento de las lesiones precancerosas y el 90 por ciento de las verrugas genitales. Son más de 30 virus del papiloma humano los que pueden pasarse de una persona a otra por contacto sexual. Las verrugas genitales que causan los virus VPH-6 y 11 conllevan bajo riesgo de padecer cáncer, aunque pueden causar formaciones planas anormales en el área genital y el cuello del útero. Los más peligrosos son, sin duda, el VPH-16 y 18. Para ambos existen dos vacunas, pero éstas no tratan ni eliminan una infección anterior. La progresión a cáncer suele producirse a lo largo de 10-20 años, sin embargo, las lesiones precursoras pueden volverse cancerosas en uno o dos años. Entre los riesgos asociados al virus se encuentran la promiscuidad sexual, fumar, tener muchos hijos y estar infectado por VIH.

VIH (SIDA)

El deterioro del sistema inmunológico.
Es el agente infeccioso determinante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y existen dos subtipos: tipo 1 (VIH-1) y tipo 2 (VIH-2). Éste último es frecuente en África Occidental. Para que se transmita debe darse una cierta concentración en fluidos biológicos como la sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna. Y aquí no acaban las vías de contagio. También está presente en el líquido amniótico, pleural, sinovial, peritoneo y pericárdico. Tres son las vías principales de transmisión:w El contacto sexual sin protección, por secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona. w Por la sangre, a consecuencia del uso de jeringuillas contaminadas, por una transfusión de sangre infectada o productos contaminados derivados de la sangre, al realizar piercings, tatuajes.w De madre a hijo puede darse en las últimas semanas de gestación, o bien durante el parto o al amamantar al bebé. Se pueden detectar anticuerpos mediante la prueba Elisa. Si resulta positiva, se realiza de nuevo. Cuando ambas son positivas, se debe hacer una más confirmatoria, el denominado «Western blot». Un reciente estudio publicado en la revista «The Lancet» revelaba que tratar antes con antiretrovirales a los pacientes infectados por el VIH reduce un 28 por ciento la progresión del sida y el riesgo de muerte.

HEPATITIS

Destruyen la «fábrica química» del organismo
Aparecen cuando menos se las espera y lo hacen con la intención de quedarse. Son las enemigas del hígado, enfermedades hepáticas capaces de acabar con uno de los órganos más importantes, nuestra «fábrica química» del organismo. Hay casi un abecedario entero de tipos (de la A a la G), pero los más importantes son el A, B y C. En el primero (A), la forma de transmisión más frecuente es por el agua contaminada, verduras lavadas con este agua, mariscos de aguas pantanosas, etc. También lo puede transmitir un familiar infectado por el virus. Pero uno de los más contagiosos, que afecta a 400 millones de individuos en el mundo, es el B, por delante incluso del VIH. Y España contribuye a la lista con más de 80.000 ciudadanos infectados crónicos. Las transfusiones de sangre, pinchazos con agujas contaminadas, la vía sexual y el paso de la madre al hijo durante el parto son algunos medios de contagio. Ésta última es una de las características que la diferencia de la hepatitis C, que se transmite por transfusiones y jeringuillas. La cronificación depende de la edad a la que se contrae la infección. Por ejemplo, el 90 por ciento de las personas que la adquirieron en el parto o en los primeros años de vida se convierten en portadores crónicos, mientras que en los que se contagiaron en la adolescencia o edad adulta las cifras se reducen hasta el 5 por ciento.

GRIPE PORCINA New!

La amenaza de la última epidemia
El virus de la gripe porcina, que afecta ya a más de un millar de personas en México y que se ha extendido a EE UU, era desconocido hasta ahora. El virus es del tipo H1N1 y procede del cerdo, pero se trata de un virus nuevo que incluye también fragmentos genéticos de virus de la gripe aviar y humana. ¿Y cómo ocurre? El cerdo se infecta por virus de la gripe de distinta procedencia: aviar, humana y porcina. Lo que hace es actuar como un laboratorio en el que los distintos virus se entremezclan y recombinan (es decir, que intercambian sus genes) para dar lugar a nuevos virus, desconocidos, y que son potencialmente letales. Entre las recomendaciones que se han establecido para evitar ser contagiados, las autoridades advierten que hay que taparse la nariz y la boca con un pañuelo cuando se tosa o estornude y tirarlo después, así como lavarse las manos con jabón y agua después de toser y estornudar. Evitar el contacto directo con gente enferma y no tocarse los ojos, la nariz o la boca son también algunos de los consejos.En lo que se refiere a la vacunación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus es sensible a oseltamivir (nombre comercial Tamiflu) y zanamivir, los antigripales más modernos, pero no a los clásicos amantadina y rimantadina.

HERPES ZÓSTER

Dolor nervioso, constante y ardiente
Al principio aparece acompañado de picor y hormigueo en un lado del cuerpo o de la cara y pensamos que es un herpes común, pero lo cierto es que es mucho peor que eso. Porque se va extendiendo como una erupción rojiza de la piel, similar a la varicela, que va unida en la mayoría de los casos a un dolor de intensidad y duración variables.Luego, se pasa a una fase aguda con un aumento considerable de las molestias, que puede desembocar en una etapa crónica caracterizada por la aparición de la neuralgia posherpética (NPH). Esta consecuencia se presenta con bastante frecuencia y produce fuertes episodios de dolor nervioso, constante y ardiente.En casi todos los casos, los pacientes sufren la repetición de estos episodios a lo largo de los años. La intensidad varía desde un dolor ardiente a uno más punzante e, incluso, hasta la alodinia –un estímulo que no provoca siempre dolor, como el roce de la ropa o el viento–.Aunque la población general piensa que no existe riesgo de contraer esta patología, se calcula que una de cada cuatro personas sufrirá la enfermedad en algún momento de su vida. De hecho, los especialistas afirman que los posibles pacientes serán aquellas personas que hubieran pasado la varicela, puesto que el herpes zóster supone una reactivación del mismo virus que ha permanecido latente en el organismo.

ÉBOLA

Hemorragias que destrozan los órganos
Es uno de los virus más patogénicos conocidos por la ciencia. Su nombre proviene del río Ébola (en la República Democrática del Congo, ex Zaire), donde fue identificado por primera vez en 1976 durante una epidemia. Ese año, en África, murió más del 80 por ciento de los afectados. Se trata de una realidad trágica. El cuadro inicia con fiebre muy alta (mayor a 39°C), dolor, vómitos, diarrea y malestar; después inician las hemorragias, que son muy severas; a partir de ahí el paciente puede presentar complicaciones, como deshidratación, fallo de órganos como el riñón y el hígado, donde el virus se instala destrozando por completo el órgano y llevando al enfermo a la muerte. Todo esto en un período de 20 días. El contacto directo con la sangre, secreciones, órganos o semen de personas infectadas es una de las vías de contagio. El periodo de incubación del virus varía de 2 a 21 días, lo más normal es de 5 a 12 días. No existe tratamiento específico, lo que se utiliza es mantener la vida de la persona infectada con métodos de resucitación (respiración artificial, evitando el RCP pues el virus es contagioso por la saliva) y controlar las hemorragias en la medida de lo posible. En cuanto a una vacuna, se realizan investigaciones pero éstas se complican porque aún no se conocen todas las proteínas del virus.

GRIPE AVIAR

El H5N1 se sigue cobrando vidas en Asia
Se trata de un subtipo del virus de influenza aviar H5N1, que apareció en 1997 en Hong Kong y fue identificado como la fuente más probable de una pandemia de gripe humana tras identificarse 18 casos de humanos infectados por el patógeno H5N1. Hoy en día Asia todavía se ve amenazada. Fue descrita por primera vez en Italia en 1878, pero hasta 1955 no se describió como virus de la familia influenzavirus como responsable. Esta epidemia se caracterizó por una alta tasa de mortalidad (hasta un 33 por ciento), alta incidencia de neumonía (61 por ciento), y alta incidencia de casos asistidos en unidades de cuidados respiratorios (51 por ciento). Según la OMS, la persistencia del H5N1 en poblaciones de aves de corral entraña grandes peligros para la salud humana. Uno es el riesgo de infección directa, cuando el virus pasa de las aves de corral a las personas, produciéndoles una enfermedad muy grave. De los pocos virus de la gripe aviar que han atravesado la barrera entre especies para infectar a seres humanos, el H5N1 es el que ha provocado más casos mortales entre personas. A diferencia de la gripe estacional, que provoca síntomas respiratorios benignos, la afección causada por el H5N1 sigue una evolución clínica inusitadamente agresiva, con un rápido deterioro del paciente.

SONIDO DE UN POLLO




SARS

Una neumonía atípica
El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (comúnmente abreviado SRAS o SARS del inglés Severe Acute Respiratory Syndrome) es una neumonía atípica que apareció por primera vez en noviembre de 2002 en la provincia de Guangdong (China). Se propagó a las vecinas Hong Kong y Vietnam a finales de febrero de 2003, y luego a otros países a través de viajes por medio aéreo o terrestre de personas infectadas. Se caracteriza por síntomas como fiebre alta, escalofríos, dolor muscular, malestar general, tos seca y dificultad respiratoria progresiva. Cuando alguien que padece SARS tose o estornuda, las gotas infectadas se esparcen en el aire. Uno puede contraer SARS si inhala o toca estas partículas. El periodo de incubación es corto, se estima que va de 2 a 10 días, pero frecuentemente dura entre 3 y 5 días.Aunque la transmisión por gotitas a través del contacto cercano fue responsable de la mayoría de los primeros casos de SARS, la evidencia comenzó a mostrar que el SARS también podría diseminarse por medio de las manos y otros objetos con los cuales las gotitas hubieran tenido contacto. La transmisión a través del aire era una posibilidad real en algunos casos. Se encontraron, incluso, virus vivos en las heces de personas con SARS, en donde se demostró que vivían hasta cuatro días.